¿Trabajo presencial, a distancia o híbrido?

Al inicio de la pandemia, 23.5% de la fuerza laboral tuvo que trabajar de forma remota, la mayoría desde sus domicilios particulares (INEGI, Abril 2020). Ahora, con el retorno paulatino pero inminente a los espacios laborales, la pregunta natural es si hay alguna forma de trabajar que reúna las ventajas del home-office y del esquema presencial. El esquema híbrido presenta algunas ventajas de ambos esquemas.

Acudir a laborar a la oficina por 8 horas diarias facilita la mejor comunicación entre los equipos de trabajo y para algunas personas también incrementa la concentración. No obstante, presenta desventajas, como el tiempo de desplazamiento, menos contacto con la familia, quizás incluso menor tiempo para hacer ejercicio o descansar.

A su vez, el teletrabajo tiene ventajas para la empresa, como la reducción de ciertos costos, muchos colaboradores se hicieron más creativos y solucionaron mayor número de desafíos que cuando se encontraban en sus oficinas. Dentro de sus desventajas, se observa un menor nivel de control de los colaboradores, una mayor necesidad de capacitación y el cansancio tecnológico.

Ahora se enfrenta una nueva realidad, y se antoja tener lo mejor de ambos esquemas. El home office únicamente se pensaría adoptar de forma permanente en 5.7% de las empresas en México (INEGI, Mayo 2021), pero no hay actualmente indicadores sobre la prevalencia del trabajo híbrido.

Aún hay mucho que analizar acerca de la transformación de las organizaciones, que tiene que ver con la geografía donde se encuentran y con el espacio físico. Lynda Gratton establece que durante la pandemia las organizaciones se vieron obligadas a trasladarse en dos sentidos: en el espacio, porque ahora se trabaja desde oficina o desde cualquier otro lugar, y en el tiempo, con la posibilidad de laborar de forma asíncrona y síncrona. Antes, el único espacio era la oficina y el tiempo estaba sujeto a un horario establecido por la compañía. El esquema híbrido podría dar mayor libertad en cuanto al lugar de trabajo y el horario moverse a una modalidad asíncrona al mismo tiempo, generando ahorros a las empresas.

Gratton destaca en su investigación cuatro aspectos esenciales a considerar:

El trabajo por desarrollar y las tareas. Para armar un buen esquema híbrido, primero es necesario analizar el nivel de concentración, coordinación, cooperación y energía que se requiere para cada trabajo y tarea. Por ejemplo, un investigador necesita un alto nivel de concentración, por lo que puede trabajar mejor de manera asíncrona; mientras que la coordinación es un requisito indispensable para un gestor de proyectos, donde las actividades deben ser síncronas. Con base en este análisis, decidir los días, horarios y puestos convenientes para trabajar desde casa y en la oficina.

Preferencias de los colaboradores. Cada colaborador tendrá sus predilecciones y necesidades personales, escucharlas y tratar de compaginarlas con las del equipo puede ser un reto. Una directora tiene una regla que me gusta “el horario de reuniones se establece sin perjudicar a nadie”. Aunque a varios de su equipo les encantaría empezar la reunión a las 8 de la mañana, en su línea de mando estaba una mamá que conectaba a sus hijos a esa hora, se estableció comenzar a las 9 de la mañana para no perjudicarla.

Proyectos y flujos de trabajo. Ocupar un esquema híbrido quizás implique rediseñar los flujos de trabajo, desarrollar nuevas estrategias o hasta reconfigurar los tiempos y espacios laborales. Estos procesos llevarán tiempo, pero tendrán beneficios para la empresa porque cumplirá sus objetivos con mayor eficiencia y posiblemente incremente la lealtad de sus colaboradores.

Inclusión y justicia. Se debe tener especial cuidado con que ninguna área o persona se sienta excluida. Es obvio que las características propias de ciertas áreas o puestos no permitan los esquemas híbridos. Lo que puede malinterpretarse y ocasionar sensaciones de injusticia que podrían incrementar el efecto burnout, reducir la colaboración e incrementar la rotación del personal. La comunicación efectiva sobre las razones que impiden el esquema híbrido es conveniente. Como muestra, para el área de seguridad de una empresa que no podía laborar por teletrabajo o en híbrido se generó un menú de beneficios a la carta buscando recompensar su esfuerzo.

Los esquemas híbridos podrían ser una opción más adecuada que el trabajo completo en oficina o en casa, sin embargo, todavía se requiere mayor investigación para ver sus efectos en el largo plazo.

Con información de Yvette Mucharraz y Karla Cuilty, Forbes.

Yvette Mucharraz y Cano es directora del Centro de Investigación de la Mujer en la Alta Dirección del IPADE Business School.

Karla Cuilty Esquivel, Investigadora Sénior Centro de Investigación de la Mujer en la Alta Dirección

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