Un chequeo médico aporta indicadores objetivos sobre el estado de salud

No esperes a que una molestia o dolor sea el síntoma de ‘un mal agüero’, cuando hoy se puede detectar a tiempo una enfermedad que si no se previene se puede volver crónica e incluso fatal.

Gaceta UNAM.
Fernando Guzmán Aguilar .

Un check-up, a iniciativa propia o por indicación médica, aunque uno se sienta bien, puede dar la certeza de un estado saludable o dar un aviso de una patología en fase inicial o muy temprana.

Un chequeo médico —dice el doctor Daniel Pahua Díaz, académico de la UNAM— es un conjunto de estudios de laboratorio y de gabinete, que aportan información sobre el estado de salud de un paciente.

Los estudios de laboratorio incluyen una biometría hemática, un química sanguínea de X número de elementos (glucosa, colesterol, triglicéridos, ácido único, urea, creatinina, etcétera), así como análisis de muestras de orina y heces fecales.

También abarca estudios de gabinete como radiografías, ultrasonido, electrocardiograma, evaluación audiológica, oftálmica y pulmonar.

 

Cada quien su check-up

Según la persona es el tipo de check-up, dice Pahua Díaz, del Departamento de Salud Publica de la Facultad de Medicina.

Los exámenes que incluye el check-up dependen del sexo y de la edad, así como del estilo de vida, de las características genéticas y otros aspectos (alguna adicción, por ejemplo) que forman parte de la historia clínica del paciente.

No es lo mismo un chequeo medico para un niño, que para un adolescente, un joven, un adulto o una persona de más de 60 años. Porque a cierta edad predominan o tienen mayor frecuencia ciertas enfermedades.

En los niños, al menos una vez al año, se deben hacer exámenes de rutina: biometría hemática, química sanguínea, examen general de orina y coproparasitoscopía para descartar que tenga una enfermedad parasitaria.

En los jóvenes con prácticas sexuales de riesgo es recomendable el examen de VIH para descartar SIDA y otras infecciones de transmisión sexual. En las mujeres, las mastografías, para detección temprana y oportuna de cáncer de mama y el Papanicolau (citología cervicovaginal) para descartar virus de papiloma.

 

En los hombres, a partir de los 40 años, por ejemplo, el check-up deberá incluir el antígeno prostático, pero también la exploración física del crecimiento de la próstata.

En México, aunque persisten las patologías infecciosas, hay enfermedades crónicas no transmisibles que están en auge, como la diabetes, la hipertensión arterial, el cáncer, infartos, etcétera. Mayores de 50, de ambos sexos, deben checarse para detectar factores de riesgo de estas patologías.

Algunas tienen que ver más con el género, como los cánceres de mama y de próstata. O con el estilo de vida, como la obesidad y las enfermedades de transmisión sexual como Virus de Papiloma, el VIH-SIDA o con infecciones urinarias.

Valoración clínica

Un check-up, anota Pahua Díaz, no es una medida de prevención aislada, sino que va a complementar la valoración clínica que permitirá al médico de cabecera o especialista indicar el tipo de exámenes que se requiere hacer el paciente.

Diversos laboratorios ofrecen check-up y hay personas que se los realizan por iniciativa propia. Sin embargo, la interpretación de los resultados de los exámenes debe hacerla un profesional de la medicina. Él es quien indicará las medidas de prevención adecuadas o si el paciente requiere o no algún tratamiento farmacológico.

 

Chequeo y epidemiología

Los exámenes de un check-up van a responder al panorama epidemiológico que estamos viviendo como país. Uno básico, “un check-up de cajón”, incluirá triglicéridos, glucosa, colesterol, ácido único, y creatinina para medir funcionamiento renal por la predominante obesidad y sus repercusiones metabólicas, como diabetes que es una causa de insuficiencia renal crónica.

—¿En México existe una cultura del check-up? El sector salud ofrece muchos exámenes que forman parte de un check-up, aunque no como los paquetes que ofrecen laboratorios privados.

En las instituciones de salud de México sí se aplican los exámenes más comunes y de acuerdo a las características de cada paciente: medición de la tensión arterial, se checa la glucosa, se hace el Papanicolau, exploración de mamá y de la próstata.

Pahua recomienda llevar un estilo de vida saludable que incluya, entre otras acciones, una dieta balanceada, hacer ejercicio, acudir a las citas médicas y apegarse a las recomendaciones generales del médico de cabecera, familiar o especialista.

Son medidas que funcionan, pero la ventaja del check-up completo, como los paquetes que ofrecen laboratorios privados, es que aporta indicadores objetivos del estado de salud de una persona en un momento específico

Desafortunadamente, la gran mayoría de la gente no se practica un chequeo médico completo por un impedimento económico.

Sin embargo, personas en riesgo, por su edad o estilo de vida, si pueden hacer gastos en cosas no necesariamente fundamentales, una vez al año deberían gastar en un check-up que aportará indicadores objetivos sobre su estado de salud y le ayudará, previa valoración médica de los resultados, a evitar complicaciones de alguna enfermedad (hígado graso, por ejemplo) que se podría controlar.

Con información de Gaceta UNAM.

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