Jornada laboral más saludable

El trabajo ocupa una gran parte de nuestro día a día. Llegamos a primera hora de la mañana y nos vamos por la tarde, por lo que es importante que nuestro lugar de trabajo sea lo más ameno posible. Para conseguirlo, hay varios factores que son importantes, como el clima laboral o los hábitos que podemos adoptar para tener una jornada laboral más saludable.

Clima laboral

Este concepto hace referencia al ambiente físico y humano en el que se desarrolla el trabajo. Tener un buen clima laboral influirá en la satisfacción de los trabajadores y en la implicación que éstos pueden tener. Cuanto mejor sea el ambiente de trabajo, más productivos y más comprometidos estarán los empleados con los objetivos de la empresa.

Por el contrario, un mal clima laboral puede afectar física y psicológicamente, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), generando ansiedad, estrés y, en el peor de los casos, depresión. El mal ambiente laboral se genera por varios motivos:

Falta de motivación laboral: sentir que el trabajo que realizamos no está suficientemente valorado puede provocar tensiones e inconformidad hacia otros compañeros.
Ausencia de pertenencia: sentirse como un equipo promoverá el sentimiento de pertenencia y aumentará la unión con tus compañeros. Si esta emoción desaparece, entonces será más fácil que aparezcan fricciones con otros trabajadores.
Falta de comunicación: tener roces con tus compañeros puede ser normal porque cada persona es un mundo. Lo importante es hablar para solucionar el conflicto de forma madura y que no se quede encallado, ya que provocará un malestar en las dos partes implicadas cada vez que vayan a trabajar.
Malas condiciones laborales: cuidar el bienestar de los trabajadores debería ser algo primordial para los altos estamentos de una empresa. Los empleados felices serán más productivos y ayudarán más a que los objetivos se cumplan, pero si los trabajadores no están a gusto, entonces estarán más apáticos y los resultados no serán los mismos.

Por lo tanto, tener un clima laboral adecuado y positivo es una herramienta clave para que la salud de los trabajadores sea óptima y para que la empresa vaya bien.

Hábitos saludables

Hay varios hábitos que podemos adoptar para que nuestro día a día en la empresa se realice de forma más saludable:

Cuidar la alimentación en el trabajo: a veces se puede optar por comprar algo de comida rápida porque necesitamos acabar deprisa y seguir trabajando. ¡Olvídate de ello! Opta por el tupper y, si sueles trabajar sentado en un escritorio, prepara comidas ligeras, sin demasiadas grasas.
Tener buena iluminación: trabajar con una iluminación insuficiente puede provocar fatiga visual que derive en dolor de cabeza, cansancio, irritabilidad, mal humor… Así que mantén una lámpara cerca para cuidar tu salud visual.
Controlar la postura corporal: mantén la espalda recta y pegada al respaldo. También puedes optar por el uso de un reposapiés, de forma que la tensión en las piernas se reduzca y que mejore la circulación sanguínea.
Activar el cuerpo: es importante estirar los brazos o cambiar de postura de forma recurrente. Intenta moverte cada dos horas, aunque sea para pasear durante dos minutos. De esta forma conseguirás activar tu cuerpo y gastar energía, dado que el sedentarismo puede provocar la aparición de enfermedades crónicas.
Hacer paradas a media mañana: de esta forma podrás descansar unos minutos para retomar el trabajo con más energía y menos saturación. Puedes aprovechar para desayunar una pieza de fruta o algún otro tentempié saludable.
Hidrátate correctamente: si no bebes suficiente agua, puedes llegar al punto de deshidratación. Esto implica que tu rendimiento laboral y tu productividad disminuirán, y que la toma de decisiones dejará de ser óptima.

Con información de Helena Celma, Mundo deportivo.↵