Discapacidad y empleo

La forma de concebir la relación entre la discapacidad y el trabajo ha llevado en los últimos años a constatar que el trabajo tiene un papel fundamental en el desarrollo global de la persona que, a través de él, puede expresarse plenamente.

Junto a aspectos más generales como la adquisición de independencia económica y la posibilidad de diferenciar entre trabajo y ocio, el trabajo está estrechamente ligado al desarrollo de la autonomía personal, ya que un buen nivel de integración laboral produce generalmente un alto nivel de autonomía personal en las personas con algún tipo de discapacidad.

El trabajo ayuda a las personas a desarrollar una perspectiva positiva sobre sí mismas, refuerza su confianza en un futuro mejor y aumenta su disposición a enfrentarse a nuevas experiencias de aprendizaje.

Según se estima, unos 386 millones de las personas en edad de trabajar son discapacitadas, dice la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El desempleo alcanza hasta un 80% en algunos países, porque a menudo los empleadores suponen que las personas con discapacidad no pueden trabajar.

La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, del cual México forma parte, en su artículo 27 establece que las personas con discapacidad tienen derecho a trabajar, en igualdad de condiciones que las demás, y esto incluye el derecho a tener la oportunidad de ganarse la vida por medio de un trabajo elegido libremente y en un entorno laboral abierto, inclusivo y accesible.

El artículo 123 de nuestra Carta Magna, establece que toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil.

La Ley Federal del Trabajo y la Constitución Política mexicana en sus artículos 4° y 5° respectivamente señalan que a ninguna persona se le puede impedir se dedique a la profesión, industria, comercio o trabajo que le acomode, siendo lícitos, y esta libertad sólo puede vedarse por determinación judicial, cuando se ataquen los derechos de terceros o se ofendan los de la sociedad.

De acuerdo con el artículo 3° de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, son principios generales:

El respeto de la dignidad inherente, la autonomía individual, incluida la libertad de tomar las propias decisiones y la independencia de las personas

La no discriminación

La participación e inclusión plenas y efectivas en la sociedad

El respeto por la diferencia y la aceptación de las personas con discapacidad como parte de la diversidad y condición humana

Igualdad de oportunidades

Accesibilidad

A modo particular en nuestro país existen Leyes Federales en materia de discapacidad; La Ley General para la Inclusión de las Personas con Discapacidad: establece las bases que permitan la plena inclusión de las personas con discapacidad, en un marco de igualdad y de equiparación de oportunidades, en todos los ámbitos de la vida. Señala además que tienes el derecho a recibir un trato digno y asesoría de manera gratuita.

Con información de Gobierno de México y Asociación mácula retina.

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