Urge concretar un sistema nacional de cuidados

Considerar a las personas que cuidan como trabajadoras, incluso si es la mamá, la hija o el hijo, crear guarderías para la infancia y para la senectud y reconocer a las empleadas del hogar dentro de esta red son algunas de las principales medidas para crear el sistema nacional de cuidados, proponen organizaciones civiles.

“Urge concretar un sistema nacional de cuidados con cobertura universal, calidad y equidad”, señalaron mujeres especialistas en economía y empleo convocadas por la agrupación Acción Ciudadana Frente a la Pobreza (ACFP) para hablar sobre cómo construir dicho sistema y cómo ayudaría a todo el país.

De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), contar un sistema nacional de cuidados generaría 280 millones de trabajos para 2030 en todo el mundo, señaló Martha Cebollada, coordinadora académica de la carrera de Ciencia Política del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). Para México, la proyección es la adición potencial de 6.5 millones de trabajos.

En México, el valor económico del trabajo del hogar y de cuidados es de 6.8 billones de pesos, lo que representa 27% del Producto Interno Bruto (PIB), según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Sin embargo, en México esas labores las realizan principalmente mujeres y el 93% de ellas lo hacen sin remuneración económica, destaca ACFP.

En 2020 la Cámara de Diputados aprobó una reforma para reconocer a nivel constitucional el derecho a cuidar y a recibir cuidados. La modificación también establece que las mujeres deben gozar de tiempo libre y ordena la creación de una ley que regule un futuro sistema nacional de cuidados.

Pero el Senado mantiene congelada dicha reforma, por lo tanto, no se ha concretado. El Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) ha realizado estudios y continúa impulsando la creación de este sistema, pero hasta ahora, sigue en pausa.

Según Estefanie Hechenberger, gerente del Programa Bienestar y Trabajo de Oxfam México, hay acercamientos y esfuerzos legislativos, para concretar el sistema.

En tanto, 17 millones de mujeres no pueden buscar un trabajo remunerado porque todo su tiempo está ocupado en las labores domésticas y de cuidados, sin que por ello reciban ingresos económicos propios.

Después de Guatemala, México es el país con la menor tasa de incorporación de la mujer al mundo laboral en América Latina, apuntó Martha Cebollada, del ITAM. “Las mujeres están haciendo labores, pero no están recibiendo un salario por ello y no están siendo consideradas como agentes económicos”, dijo.

De esta manera, tengan o no un empleo remunerado, las mujeres realizan de dos a tres veces más trabajo de cuidados que los hombres. “Es decir, en cualquier circunstancia, si laboran o no, si lo hacen a tiempo a completo o media jornada”, se encargan de estas tareas en mayor medida.

Pilares del sistema nacional de cuidados
De acuerdo con el planteamiento presentado por Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, éstos son los cuatro pilares que debe considerar un sistema nacional de cuidados en México:

» 1. Red amplia de guarderías públicas

“Es importante tener una red de guarderías públicas suficientes y de calidad”, dijo Martha Cebollada, quien también es consultora de la OIT. Se requiere también contar con escuelas de horarios extendidos.

Pero en una población que cada vez envejece más, necesitamos “centros de día y residencias para adultos mayores”. En una sociedad con tasas de fecundidad cada vez más bajas, las mujeres están pasando de cuidar a infancias a hacerse cargo de personas mayores.

» 2. Reconocimiento laboral a quien cuida

Considerar a la persona cuidadora como trabajadora. Incluso si es alguien de la familia, debería tener derechos laborales con cotización a la seguridad social, pago decente y considerando horas extras, vacaciones pagadas, apuntó Marta Cebollada. “Es decir todas las prestaciones que tiene un trabajador”.

En algunos países se les otorga ayudas económicas a las personas trabajadoras para que ellas puedan pagarle a alguien por cuidar de su familiar o llevarle a una residencia de cuidado.

En México, el único programa de apoyo económico a quienes cuidan lo creó la Alcaldía de Iztapalapa. Les otorga hasta 2,000 pesos mensuales y entre las personas beneficiarias se prepondera otorgar el recurso a las mujeres.

» 3. Distribución equitativa de los cuidados

Trabajar todas y todos. “Las labores de cuidado sobre todo al interior del hogar y no remuneradas se deben conciliar” entre hombres, mujeres, infantes y adolescentes. “Todos tenemos que contribuir al trabajo de cuidado”, comenta Marta Cebollada.

Pero esto no sólo le corresponde a las familias. “Es importantísimo establecer diálogo social entre los distintos actores”, como los empresarios, “porque se necesitan medidas laborales para las personas que cuidan”.

» 4. Incluir en la red a las trabajadoras del hogar

En México, más de 2.3 millones de mujeres trabajan en casas particulares limpiando y cuidando de otras personas. “Estamos en un proceso de formalización de este sector, que ya está en las leyes, pero no en la práctica. Incluir a las trabajadoras del hogar en este sistema nacional de cuidados es sumamente importante” porque en realidad ya hacen esa labor, pero en condiciones críticas e indignas.

Incentivos fiscales y nueva tecnología, los aliados
La OIT estima que un sistema nacional de cuidados requiere de una inversión de más o menos 4.4 millones de dólares, apuntó la académica del ITAM. La cifra puede parecer demasiado alta, pero hay que recordar los beneficios y los retornos. “Generaría muchísimos puestos de trabajo y, sobre todo y lo más importante, un bienestar social y un bienestar laboral de los propios cuidadores”.

Por ejemplo, construir una red de guarderías o de centros de día para personas adultas mayores, se necesitarían trabajadores y trabajadoras de distintos sectores. Esos empleos cotizarían a la seguridad social, lo que aumentaría la recaudación.

“Las personas cuidadoras limitan sus oportunidades por la sobrecarga de trabajo. Si no empezamos con la construcción de un sistema de cuidados, que implica la inversión de recursos públicos, estamos generando más costos ahorita que el no hacer nada”, subrayó Thania de la Garza, coordinadora de Gestión Institucional Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).

Sin embargo, el sistema podría acompañarse de incentivos fiscales, como desgravaciones u otro tipo de ayudas al pago de impuestos, comentó Marta Cebollada. Esto podría ser una medida temporal, por ejemplo, “en los primeros años en los que tú contrates un cuidador”.

También será importante que las personas se puedan adherir de manera fácil a ese sistema nacional de cuidados. Quizá en ello las nuevas tecnologías podrían ayudar, agregó.

Pero lo principal es “generar una conciencia social sobre la importancia del trabajo de cuidados. Eso nos ayudaría también a conciliar entre todas y todos. Sobre todo, teniendo en cuenta que vamos a un ritmo de envejecimiento muy alto y que cada vez va a haber más adultos mayores y que va a hacer más necesario este sistema nacional de cuidados”, concluyó.

Con información de Blanca, Juárez, El Economista.

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