Cooperativa Tenochtitlan de Xochimilco procesa nopal con calidad de exportación

Con máquinas para picar nopales diseñadas por torneros de Xochimilco y algunas recetas de la abuela, la familia Castañeda, originaria de esta alcaldía, procesa siete productos que comercializa básicamente en comedores industriales y exporta a ciudades como Múnich y Berna; esos artículos pronto podrían estar a la venta en una conocida cadena de supermercados bajo el poderoso nombre de su marca: Tenochtitlan.

El nopal en salmuera o conserva es uno de sus productos emblemáticos y la siguiente semana comenzarán a exportarlo a Texas, donde esperan que se venda en tiendas y locales de comida.

Desde hace cinco años también exportan a Múnich, Alemania, y Berna Suiza, nopal baby, en conserva y fibra para elaborar tortillas o productos de repostería.

A estas ciudades envían alrededor de una tonelada por mes, y la próxima semana saldrá el primer tractocamión rumbo a Texas, donde ya tienen firmados pedidos semanales, afirma David Castañeda, integrante de la cooperativa integrada por seis familiares.

El arranque de esta empresa se remonta a 2007, cuando Eduardo Castañeda Serralde, el papá y jefe de la familia, durante años agricultor de nopal en los sembradíos localizados en las faldas del volcán Teutli, en San Pedro Atocpan, Milpa Alta, emprendió un proyecto para procesarlo y comercializarlo.

La cooperativa ha establecido alianzas con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y la Autónoma Metropolitana de Xochimilco, con las que desarrollan proyectos para procesar el nopal; uno de esos productos es una botana deshidratada endulzada o con chile.

También se elaboran mermelada con maracuyá, escabeches con cebolla, zanahoria y chile que tienen como base la receta de la abuela.

Con el mismo propósito han hecho alianzas con los institutos tecnológicos de Milpa Alta y Tláhuac.

Como parte del desarrollo de su negocio, la familia Castañeda ha echado mano del ingenio mexicano y recurrido a torneros de Xochimilco a fin de crear algunas de las máquinas que utilizan para procesar sus productos, tal es el caso de una con la que pican el nopal, comenta Salvador Castañeda, otro de los integrantes de la cooperativa.

Retirar las espinas es una labor que todavía se realiza a mano y está a cargo de mujeres, que con gran destreza limpian unos 300 kilos de nopales todos los días.

En lo que se refiere a su desarrollo ambiental, llevan a cabo un proyecto con el IPN para que la espina, que es un desecho orgánico, se pueda utilizar como fertilizante.

La cooperativa Tenochtitlan emplea actualmente a 25 personas del Programa Jóvenes Construyendo el Futuro, 10 para desespinar la verdura, 10 cultivan y cinco más se desempeñan en áreas administrativas y de comercialización.

El nopal es una planta que se ha consumido en México desde tiempos inmemoriales, pero el mundo globalizado ha hecho que hoy China y Japón –en donde se llama saboten– procesen esta planta para la industria farmacéutica y diversos artículos.

Cooperativa Nopal Tenochtitlan

Con información de Bertha Teresa Ramírez, La Jornada.

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