Tasa de desempleo desciende a 2.3% en marzo, su nivel más bajo de la historia

La tasa de desempleo acumula 17 meses con niveles inferiores al 3%, el descenso estuvo acompañado de una recuperación en los niveles de ocupación y mejores condiciones de trabajo.

📊 Según los Indicadores de ocupación y empleo mensuales del @INEGI_INFORMA, en marzo de 2024 la tasa de desocupación a nivel nacional fue de 2.3%
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— José Luis Rodríguez Díaz de León (@Luis_diazdeleon) April 26, 2024

La tasa de desempleo descendió de 2.5 a 2.3% en marzo, y con ello anotó su nivel más bajo de la historia, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE). La disminución de la desocupación estuvo acompañada de una mejora en la creación de puestos de trabajo y la calidad de estos.

En el cierre del primer trimestre del año, casi 100,000 personas salieron de la población desocupada, esto permitió que la tasa se redujera por segundo mes consecutivo. En lo que va del año, el desempleo ha disminuido 0.6 puntos porcentuales.

El resultado “es muy favorable”, destaca Juan Carlos Alderete, director ejecutivo de Análisis Económico y de Mercados de Banorte. Con el comportamiento de marzo, el desempleo acumula 17 meses con un nivel menor al 3% al considerar cifras ajustadas por estacionalidad.

“El resultado es consistente con un patrón estacional positivo, reflejando el reajuste de la métrica tras los dos primeros meses del año donde suele ser más alta”, afirma el especialista.

Aunque la tasa de desocupación general tuvo un descenso, el desempleo extendido creció marginalmente 0.1 punto porcentual y se ubicó en 9.7%, esto debido al incremento de los clasificados como ‘disponibles’ de la Población No Económicamente Activa (PNEA).

A la par de la reducción de la población desocupada, los niveles de empleo mostraron señales positivas en marzo. En el tercer mes del año se sumaron 414,335 personas a una ocupación, la mayoría lo hizo en la formalidad y con buenas condiciones de empleo.

Con 286,766 personas incorporándose a un puesto de trabajo en el sector formal, casi el 70% de la creación de empleo se concentró en la formalidad, el resto de la ocupación se generó en la informalidad.

Como resultado de estos movimientos, la tasa de informalidad tuvo un ligero descenso mensual de 54.5 a 54.3% de la población ocupada, pese a esto, el nivel se mantiene ligeramente por arriba de lo observado en el arranque de año (54.1%).

El trabajo subordinado lideró la creación de puestos de trabajo con 492,653 personas sumándose a una ocupación en este renglón, el trabajo por cuenta propia fue el segundo motor de la creación de plazas con 132,625. El resto de los rubros, empleadores y trabajo no remunerado, reportaron saldos negativos.

Con este comportamiento, la tasa de trabajo asalariado se ubicó en 66.4% luego de un ligero crecimiento mensual de 0.1 punto porcentual, este es un nivel superior al observado en el arranque de año.

Además, casi todo el empleo asalariado que se creó en marzo fue con prestaciones mínimas de Ley, esta población creció en 491,030, según las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). En el caso de los trabajadores subordinados con jornadas superiores a las 48 horas por semana, esa población se redujo en casi 90,000 personas.

Ganadores y perdedores
El sector industrial fue el motor de la creación de empleo con una generación de 343,176 plazas en total, al interior de estas actividades, la manufactura lideró las ganancias al sumar a 379,576 puestos de trabajo.

“En el sector secundario o industrial, la población ocupada registró un incremento mensual de 2.29%, y una creación de 210,000 empleos en los últimos 12 meses, equivalentes a un incremento de 1.42% anual, acelerándose del crecimiento de 0.37% de febrero”, destaca Gabriela Siller, director de Análisis Económico y Financiero de Banco Base.

El sector primario tuvo una ligera recuperación con 89,020 plazas creadas, aunque no compensa los casi 400,000 puestos perdidos en febrero. De hecho, en el comparativo anual, las actividades de agricultura, pesca y ganadería tuvieron una contracción de 3.68%, expone Gabriela Siller.

En el caso de las actividades de servicio, el saldo general fue negativo con una reducción de 38,794 empleos. Al interior de este sector, el comercio y restaurantes fueron los que más perdidas reportaron, entre ambos subsectores se eliminaron 497,000 plazas. En el polo opuesto, el trabajo en gobierno fue el que mejor dinamismo mostró con 306,412 personas sumándose a una ocupación.

Con información de Gerardo Hernández, El Economista.↵