El reto para un Sistema Nacional de Cuidados es la infraestructura y el cambio cultural

La construcción del Sistema Nacional de Cuidados no se trata únicamente de infraestructura y servicios, sino que requiere una profunda transformación cultural.

En esto coincidieron, Adriana Oseguera Gamba, directora para el Sistema Nacional y Progresivo de Cuidados del DIF Nacional, y Gracia Alfonsina Morales Alzaga, directora de Política de Cuidado en la Secretaría de las Mujeres, durante una mesa de análisis en la Semana Nacional de la Seguridad Social.

Adriana Oseguera Gamba señaló que las leyes que se reformen y los servicios que se presten no serán suficientes, si a la par no se avanza en una transformación cultural para ver la importancia de los cuidados y por qué es fundamental que todos y todas se sumen a este esfuerzo colectivo. Esta transformación busca redistribuir de manera más equitativa las responsabilidades de cuidado, dijo.

Agregó que los estereotipos de género prevalecientes son una de las múltiples causas de la actual organización social de cuidados, que es inequitativa y replica desigualdades.

“Estos estereotipos contribuyen a que la distribución de las tareas de cuidado recaiga mayoritariamente en las mujeres, tanto en el hogar como en el mercado laboral”, recordó.

Por lo anterior, adelantó que para la construcción del Sistema Nacional de Cuidados se está visualizando un eje fundamental que incluye regulación y una fuerte estrategia de cambio cultural.

Explicó que parte de esta estrategia cultural implica poner el tema de los cuidados en la agenda pública y generar espacios de diálogo para que se hable de su importancia. El objetivo de la transformación es la redistribución de los cuidados de manera más equitativa.

Para ello, se tiene contemplado un plan que incluirá actividades culturales, pero también un esfuerzo desde la educación para empezar a cambiar la visión de que son las mujeres quienes nacieron para cuidar.

Además, se busca generar una estrategia pedagógica, similar a modelos de otros lugares, que promueva la idea de que “a cuidar se aprende” y campañas como “hombres al cuidado” para incentivar y fomentar las paternidades activas y que los hombres se sumen y se hagan corresponsables del cuidado. Esto incluye no solo el cuidado de infancias, sino también de personas mayores.

Consideró que el rol del sector educativo va más allá del cuidado infantil en las escuelas. Esto podría incluir que en los planes de estudio y libros de texto se muestren imágenes y ejemplos de padres cuidando y de hijas e hijos cuidando a sus personas mayores, y no solo mujeres.

Recordó que es importante que la labor de la persona cuidadora, como la persona cuidadora gerontológica, sea vista como una tarea fundamental para el sostenimiento de la sociedad. Se busca que las personas, incluidos niños y niñas, aspiren a ser cuidadores profesionales porque se reconoce la importancia de esa labor.

Los pasos para la construcción del sistema
Gracia Alfonsina Morales Alzaga, directora de Políticas de Cuidado en la Secretaría de las Mujeres, dijo que los siguientes pasos en la construcción del sistema son la instalación de la mesa intersectorial, que incluirá sindicatos, organizaciones de la sociedad civil, colectivos.

Enfatizó que la coordinación no debe quedarse solo entre instituciones, sino incluir distintos actores de la sociedad.

Aseguró que la coordinación intergubernamental con los estados y municipios, reconociendo que la política pública y el primer contacto con la ciudadanía son el municipio y los estados, por lo que el mensaje federal debe transmitirse a los demás órdenes y niveles de gobierno.

El objetivo principal que buscan transmitir es la creación de un marco de referencia común para caminar hacia una sociedad de cuidados. Aclaró que el fin último no es el sistema en sí (que son condiciones, servicios, infraestructura, coordinación), sino la sociedad de cuidados a la que el sistema sirve como mecanismo.

Hizo referencia al Plan Nacional de Desarrollo que habla de la redistribución del trabajo de cuidados entre tres actores fundamentales: el estado, la sociedad y las familias.

Dijo, finalmente, que el cuidado se encuentra en todos los momentos de la vida de las personas, no solo de manera individual, sino como una interdependencia en la sociedad. No se trata solo de atender a las poblaciones históricamente vulneradas (personas con discapacidad, adultos mayores, niños/as y adolescentes) y a las mujeres que mayoritariamente cuidan, sino de reconocer el cuidado en acciones cotidianas y la interdependencia.

Con información de Sonia Soto, El Economista.

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