Cada vez es más común que las personas renuncien luego de tomar vacaciones

Una situación muy común que aprovechan los colaboradores para salir de una organización es tomar vacaciones y ya no regresar a la empresa más que a renunciar, situación que puede presentar afectaciones tanto para la compañía como para el trabajador.

Si bien existen diversas razones por las cuales un trabajador busca renunciar a una empresa, el tomar los días de descanso para ese fin se transforma en momentos idóneos para analizar con más calma la decisión, o simplemente, para iniciar un nuevo empleo con descanso físico y mental.

De acuerdo con OCC, entre las principales razones por las cuales las personas abandonan sus empleos está la ausencia de valores y el ambiente negativo que existe dentro de una compañía, así como la falta de reconocimiento y monotonía de sus actividades diarias.

“El mal liderazgo y la falta de reconocimiento lideran las razones de renuncia, siendo más afectadas las empresas grandes. Bajo sueldo y pocas oportunidades para crecer también son otros motivos de renuncia”, apunta.

Por otro lado, Jessica Cambray, coach de Empleabilidad, comenta que la práctica de renunciar al regresar de las vacaciones es algo muy común, situación que si bien podría verse como una casualidad, es un fenómeno que pone en evidencia áreas críticas en la gestión del talento y clima laboral interno de una empresa.

“Está un poco ligado a la parte de la renuncia silenciosa que empieza disfrazada de vacaciones, donde normalmente toman estos días de descanso, no tanto para usarlas, sino para poder empezar a negociar con otra empresa”, resalta.

De acuerdo con el informe State of Global Workplace, elaborado por Gallup, el 23% de los empleados a nivel mundial dice estar comprometido con su trabajo, mientras que 59% se encuentra en un estado de desconexión del trabajo, por lo que tienen intenciones de irse de la compañía.

Explica que, en la renuncia silenciosa, los empleados se esfuerzan al mínimo y están psicológicamente desconectados de su empleador, también son poco productivos, más propensos a sufrir estrés y agotamiento que los trabajadores que sí están comprometidos, ya que se sienten perdidos y desconectados de su lugar de trabajo.

En tanto Cambray señala que muchos empleados consideran que no son valorados en su entorno de trabajo, motivo por el cual los colaboradores deciden primero tomar vacaciones y después renunciar, “porque al momento de hacer el proceso de renuncia, en la parte del finiquito han tenido malas experiencias donde no les están pagando las vacaciones, entonces, es esta parte de prevenirse”.

Mientras que, Fiorela Forlani, responsable ARS Outplacement Latinoamérica, indica que las vacaciones deben ser un tiempo de reflexión y no solo un periodo de ocio que tiene cualquier colaborador por ley, sino que, en ese tiempo puede realizarse una autorreflexión y un autoanálisis.

“No necesariamente las vacaciones son un momento de buscar otro empleo, sino que en verdad son un momento de descanso, puede haber un componente para reflexionar sobre sus verdaderos deseos, necesidades, motivaciones y sobre sus objetivos laborales y personales de cada colaborador”, detalla.

En ese sentido la experta agrega que puede darse, en diversos casos, que no se logre regresar al trabajo por motivos como una pausa en la vida laboral, buscar emprender un nuevo proyecto o haber conciliado otra propuesta de trabajo que es más interesante y retadora para el colaborador.

Según Pluxee, las 10 razones más comunes de renuncia voluntaria son:

Falta de entusiasmo.
Ambiente laboral negativo que puede tener un impacto en la salud mental, física y desempeño laboral.
Falta de crecimiento profesional cuando la empresa no ofrece oportunidades de desarrollo.
Sobrecarga de trabajo sin reconocimiento ni incentivos.
Mal equilibrio entre vida laboral y persona.
Falta de estabilidad que se traduce en una fuente de estrés.
Trabajar para una empresa cuyas prácticas no reflejan los valores del trabajador puede ser agotador y desmoralizante.
Un mal jefe puede hacer la vida de un trabajador complicada.
El sueldo es una desmotivación importante.
Deseo de cambio de carrera.
Mal entorno en las empresas genera renuncias
Jessica Cambray señala que el que colaborador que regresa solo a renunciar, no siempre va a hablar mal de él, sino que expone el entorno del que la persona está huyendo.

“Las personas no renuncian en su periodo de vacaciones, si no que renuncian antes de esto, y simplemente lo están planeando, pero renuncian al desgaste, a los malos tratos, a la invisibilidad, va un poco más allá, realmente es por las consecuencias internas y las malas prácticas que hay dentro de las empresas”, detalla.

A su vez Fiorela Forlani, comenta que la falta de confianza hace que la persona toma una decisión de cambio poco estratégica y donde se ve afectada de cierta manera la empresa.

“Para eliminar o tener más planificadas acciones que puedan tener que ver con la desvinculación postvacaciones, es generar entornos de confianza siempre en todos los momentos de la vida de la organización. Las organizaciones deben aceptar que trabajan en entornos de cambio, entonces, para no tener estás alertas o estas bajas inesperadas, tiene que hacer un proceso de planificación”, apunta.

Añade que si una empresa conoce cómo está el grado de satisfacción del personal, se pueden tomar decisiones más estratégicas en cuanto a las oportunidades que se dan en la organización respecto a los puestos que pueden quedarse vacíos.

De acuerdo con Adecco, un ambiente de trabajo tóxico es perjudicial no sólo para el bienestar de los trabajadores, sino que también, para la productividad general y el éxito de una empresa.

“Si un colaborador está experimentando esa situación, no es de extrañar que quiera irse. Cuando el lugar de trabajo se convierte en una fuente de estrés en lugar de satisfacción, es crucial diseñar una estrategia de salida”, refiere.

Con información de Eduardo de la Rosa, El economista.↵