Los entornos laborales deficientes representan un riesgo para la salud mental

Todos los trabajadores tienen el derecho a estar en un entorno laboral seguro y sano, sin embargo, pueden existir situaciones que deriven a afectar la estabilidad mental.

Cabe señalar que la falta de estructuras efectivas y apoyo en el trabajo, especialmente para quienes viven con trastornos mentales, pueden influir en la capacidad de las personas para ser eficaces y disfrutar de su trabajo.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) los riesgos para la salud mental en el trabajo, también denominados riesgos psicosociales, pueden estar relacionados con el contenido o el horario del trabajo, las características específicas del lugar de trabajo o las oportunidades de desarrollo profesional, entre otras cosas.

Si bien, actualmente en México, las empresas deben garantizar condiciones de salud mental y establecer protocolos para la prevención y erradicación de la violencia, incluida la verbal y la psicológica, hay múltiples factores que afectan la estabilidad de los trabajadores.

Los empleadores pueden ayudar a mejorar la salud mental en el trabajo mediante la adopción de medidas encaminadas a evitar los siguiente:

Cargas o ritmo de trabajo excesivos, falta de personal.
Horarios excesivamente prolongados, antisociales o inflexibles.
Falta de control sobre el diseño o la carga del trabajo.
Condiciones físicas de trabajo inseguras o deficientes.
Cultura institucional que permite los comportamientos negativos.
Violencia, acoso u hostigamiento.
Inseguridad laboral, remuneración inadecuada o escasa inversión en el desarrollo profesional.
Demandas conflictivas para la conciliación de la vida familiar y laboral.
La OMS indica que una de cada cinco personas en el trabajo, puede padecer problemas de salud mental y frecuentemente, estas personas ocultan sus trastornos por temor de la discriminación cuando están buscando trabajo o para proteger su trabajo.

¿Cómo se siente la depresión?
De acuerdo con los especialistas de Sura cuando una persona está pasando por episodios de desestabilidad mental y emocional puede prestar comportamientos como:

Profundos sentimientos de tristeza.
Pérdida de interés en el trabajo o actividades sociales.
Concentración reducida.
Olvido y dificultad para recordar cosas.
Dificultad para tomar decisiones.
Dificultad para dormir o dormir demasiado.
Sentimientos de inutilidad y culpabilidad inapropiada.
Pérdida de energía o mucha fatiga.
Irritabilidad, enojo, o tendencia a llanto.
Cambios de peso o apetito.

¿Cómo lo ven los compañeros?
No es fácil identificar si un compañero de trabajo está presentando algún trastorno mental, sin embargo, hay elementos que se pueden tomar en como que se aísle del equipo, apatía, e indiferencia, olvidar las tareas o fechas límites, incluso llegar tarde al trabajo, motivación baja, hasta cambios de apariencia.

Ante lo anterior Sura plantea algunas sugerencias universales para dar apoyo a quien en el trabajo esté posiblemente afectado en su salud mental:

1. Aclarar que deseas ayudar, escuchar sin juzgar y ofrecer apoyo.

2. Buscar ayuda profesional cuando esté listo/a.

3. Si crees que estás en peligro inmediato, busca ayuda profesional de servicios de emergencia o un profesional de salud.

Para proteger y promover la salud mental en el trabajo hay que fortalecer las competencias encaminadas a que se reconozcan los problemas de salud mental en el trabajo y a que se tomen medidas al respecto, en particular de las personas responsables de supervisar a otras, como los administradores.

Con información de Alba Servín, El Economista.↵