El sentido de pertenencia indispensable para el rendimiento y crecimiento laboral

Cuando los empleados sienten que son parte de algo más grande que ellos mismos, no solo se comprometen más con su trabajo, también mejoran su rendimiento.

El sentido de pertenencia de las personas es un pilar para el éxito de los negocios y para el crecimiento del empleado. Más allá de los beneficios financieros, la fuerza laboral busca una conexión emocional con sus lugares de trabajo.

Pero ¿por qué es tan crucial la pertenencia para la productividad? ¿cómo pueden los empleadores fomentar un sentido de pertenencia que impulse la satisfacción de los empleados?

Sergio Aguilar, director ejecutivo de la firma Unmetra y especialista en Salud Ocupacional, detalla que el sentido de pertenencia tiene un papel clave en el lugar de trabajo. Según él, “cuando los empleados sienten que forman parte de algo más grande que ellos mismos, su motivación y compromiso aumentan significativamente”.

La firma Gallup indica que las personas con un mejor amigo en el trabajo tienen el doble de probabilidades de estar comprometidas en su empresa que los colaboradores que no lo tienen.

Esta conexión emocional no solo es un sentimiento momentáneo, sino que se traduce en una mayor disposición a colaborar, asumir responsabilidades adicionales y esforzarse por encontrar el equilibrio entre los objetivos personales y los de la empresa.

Por su parte, Nefris Ventura, fundadora de la consultoría Más Humano, añade que este sentido de pertenencia promueve la salud mental, reduciendo enfermedades que se desarrollan a consecuencia del estrés y la ansiedad.

“Cuando los empleados se sienten emocionalmente seguros, están más dispuestos a asumir riesgos calculados y a colaborar con sus colegas”, comenta Ventura.

Gallup revela que pasar tiempo de calidad con otros empleados como los espacios para divertirse, hablar, confiar y aprender más el uno del otro, conduce a un mayor compromiso laboral.

Papel de la inclusión y la diversidad en la pertenencia
La incorporación de diversos grupos demográficos y culturales en una compañía es fundamental para conseguir una amplia gama de soluciones. La inclusión, se convierte en un componente esencial para crear un ambiente de pertenencia y colaboración.

Esto no solo implica integrar diferentes generaciones, sino también fomentar un entorno donde se valoren perspectivas diversas. Por ejemplo, según un estudio de EY señala que las empresas con políticas inclusivas tienen un 35% más de probabilidad de superar a sus competidores en términos de rentabilidad. Esto demuestra que la diversidad no solo enriquece la toma de decisiones, sino que también fortalece la resiliencia organizacional.

Harvard Business Review señala que el tiempo social es importante para el desempeño del equipo, este factor explica más del 50% de los cambios positivos en los patrones de comunicación interna de una organización.

Por otra parte, Aguilar afirma que “las empresas que implementan políticas inclusivas no solo generan un sentido de pertenencia, sino que también ven un aumento en la productividad”.

Ventura considera que un ambiente inclusivo no solo permite que los colaboradores se sientan valorados, sino que también facilita la convivencia integral del equipo de trabajo, mejorando las relaciones interpersonales y la creatividad.

“La diversidad en el equipo aporta diferentes perspectivas que enriquecen la toma de decisiones y la resolución de problemas”, añade.

Ambos especialistas coinciden en que la retroalimentación y el reconocimiento son vitales para fortalecer el sentido de pertenencia, ya que el identificar los logros de terceros, como de la empresa al empleado, de manera remunerada o con un agradecimiento, puede tener un impacto significativo en la motivación de los trabajadores.

Ventura destaca que una cultura de retroalimentación positiva no solo mejora la moral del equipo, sino que también fomenta un espacio de trabajo donde los empleados se sienten apreciados y seguros para expresar sus ideas y preocupaciones.

Cultura organizacional y bienestar laboral, un simbionte
Los especialistas afirman que las actividades de construcción de equipos, tanto dentro como fuera del entorno laboral, son esenciales para desarrollar una comunidad fuerte. Esta cohesión además de potencializar la productividad también crea un ambiente donde la fuerza laboral se siente motivada a dar lo mejor de cada uno.

Una cultura organizacional que promueva el bienestar y la pertenencia es importante para que el ecosistema laboral tenga un éxito a largo plazo, ya que, crear en un entorno inclusivo y de apoyo no es solo una estrategia de Recursos Humanos, sino una inversión para la empresa.

“Cuando los empleados sienten que son parte de algo más grande que ellos mismos, no solo se comprometen más con su trabajo, sino que también contribuyen al éxito general de la organización”, externa Ventura.

Aguilar añade que esta conexión emocional es clave para retener a los mejores talentos y garantizar un rendimiento sostenido.

Apoyo en transiciones laborales
Durante los períodos de cambio de cargo o el inicio en un nuevo empleo, es importante brindar un apoyo emocional sólido para que los de nuevo ingreso se adapten a su reciente entorno laboral.

Aguilar destaca que los momentos de cambios son oportunidades para reforzar el sentido de comunidad. “El apoyo de los líderes y compañeros durante estas etapas críticas puede tener un efecto duradero en la satisfacción y la retención del empleado”, revela.

Por su parte, Ventura agrega que un buen proceso de integración que incluya mentorías y recursos de apoyo puede fortalecer la pertenencia desde el primer día.

La colaboración es otra área en la que el sentido de pertenencia puede tener un impacto significativo. Por lo que fomentar un entorno donde los empleados trabajen juntos hacia objetivos comunes fortalece lazos dentro del equipo.

Al crear un clima organizacional donde los empleados se sientan valorados, apoyados y con un vínculo interpersonal, los empleadores pueden impulsar la productividad y la retención de talento.

Los especialistas concluyen que el camino hacia un clima laboral productivo y satisfactorio comienza con el compromiso genuino de fomentar una cultura de pertenencia.

Con información de Sonia Soto, El Economista.↵